Las elecciones el domingo en Brasil demostraron que la actual presidenta Dilma Rouseff sigue teniendo mollero político al llegar al 42% de los votos y que la candidata estrella Marina Silva se estrelló en el vacío. Una elección que las encuestas la colocaban como la pelea entre dos mujeres se ha convertido en la guerra de los sexos. El segundo lugar lo tuvo Aecio Neves con el 34%, lo que le basta y sobra para pelear por la presidencia en la segunda vuelta electoral del 26 de octubre. El PT está en el guiso brasilero esta pegado desde el 2003 y de ganar la segunda vuelta iría por los 15 años en el poder. Los muchachos siguieron con Dilma para guisar más, pero este año no la tienen tan fácil, porque una posible alianza entre Neves y Marina tumbaría a Dilma fácilmente. Pero soñar no cuesta nada para una oposición dividida y que no tiene un discurso claro. La reducción en la pobreza y los programas de bienestar le han dado una gran ventaja al actual gobierno. Claro, hablamos de la bonanza económica latinoamericana donde la derecha ha tenido que vestirse de izquierda, mientras que la izquierda busca atornillarse en el poder para acariciar un guiso que no se da todos los días. La segunda vuelta electoral será un reto para la izquierda brasilera que busca evitar su desgaste en el discurso político con una derecha con ansias de volver a gobernar.
Un análisis conciso y claro y que deja al lector pensando sobre el futuro político de Brasil. Buen trabajo :). Un saludo desde España
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