La injusticia es universal y la ONU sabe mucho de ella. Durante esta semana el Consejo de Seguridad de la ONU escogió a sus nuevos miembros para el 2016. Entre ellos están: Angola, Nueva Zelanda, Venezuela y España. La votación más estrecha fue la de España que estuvo a punto de perder su puesto contra Turquía. Rápidamente hubo rechazo de Estados Unidos hacia la entrada de Venezuela al Consejo, bajo las acusaciones de violación a los derechos humanos. Pero algo que es curioso y que ni toca el Nobel de la Paz es que dentro del mismo consejo no hay igualdad en el voto. Porque hay 5 países que son miembros permanentes y que además de eso tienen derecho a vetar cualquier resolución que determine el Consejo. Entre esos países están Francia, China, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos. Lo que resulta algo injusto de entrada para cualquier persona con sentido de dignidad. Yo no estoy en contra de la permanencia o no de estas cinco naciones, lo que se debe de eliminar es el veto de los miembros permanentes para que así cualquier país sea de África o América Latina pueda tener los mismos derechos con los que cuentan las potencias del mundo.
La verdad es que la ONU necesita tener un rol más normativo que pueda obligar a los estados a cumplir sus resoluciones porque si no entonces no tendría una validez como herramienta del multilateralismo. Los tiempos cambian y por tanto es hora de que el Consejo de Seguridad deje de ser el Club de los 5 y que permita la multipolaridad en sus miembros.
Sinceramente es injusto el derecho a veto, pero si analizamos la situación geopolítica y geoestratégica mundial (y rebobinamos en la historia) nos daremos cuenta de que siempre ha habido naciones cuyas decisiones han condicionado a otras sin poderse defender. La ONU en muchos aspectos es una farsa. Unos países intocables sobre los que nada se puede hacer nos hace preguntarnos si la ONU no es más que un conjunto de naciones y sus satélites, pues los estados pequeños tienden a alinearse bajo estos países con derecho a veto.
Diariamente se cometen muchas injusticias que suelen ser silenciadas por la ONU, o que si habla de ellas, las acciones que ella prepara son vetadas por una potencia. Entonces, ¿para qué sirve la ONU?
Un ejemplo de su inoperancia lo describí en mi blog hace tiempo, referido al coltán y como África es subyugada. http://wp.me/p3NHrZ-3D
Un saludo y como siempre buen post 🙂
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En mi humilde opinión (y en concordancia con el comentarista anterior, la ONU es una farsa, en la que un puñado de países pretenden dirigir a los mas pequeños según sus intereses. Que dejen el poder de veto es una visión utópica y mas que dejen votar a los miembros no permanentes, porque perderían la hegemonía de poder con la que se manejan de cierta manera el destino del mundo ¿que se deban incluir mas países como permanentes? – evidentemente – ¿que debieran dejar el absurdo de atacarse unos a otros mientras oriente medio esta de cabeza? – también. Citare una intervencion de un delegado turco ante la asamblea general: «¿Ha solucionado la ONU algo de lo que sucede actualmente en el mundo?» ¿Ha propuesto algo siquiera para detener el derramamiento de sangre (en Oriente Próximo)? ¿Podemos decir que el Consejo de Seguridad es realmente capaz de brindar seguridad al mundo?» – La respuesta es NO.
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