Bueno amigos, ya entramos en receso por las fiestas navideñas. No volveré a publicar notas hasta enero 2017. Posiblemente un ano nuevo de intrigas por los nuevos actores que asumen el poder y que impactan al mundo.
Tras cumplir 2 años en el ciberespacio nuestro espacio se mantenido gracias a personas como ustedes que día tras día me alienta a seguir interactuando ideas.
Por eso quiero extender mis saludos a todos aquellos lectores que han leído, comentado y compartido mis columnas.
Nuestra meta en el 2017 seguirá siendo alentar a todos a comprender las realidades sociales y políticas que nos rodean. La libertad y la pasión son dos valores que identifican a Al Ritmo Político, porque la misión no es fijar posiciones sino enarbolar la tolerancia y diversidad, porque al fin y al cabo la democracia es poder debatir y proponer una gama de ideas y argumentos que puedan contribuir a resolver los problemas que enfrentamos en nuestras sociedades.
Felices Fiestas a todos espero que tengan una maravillosa Navidad y que el Nuevo Año 2017 sea uno de éxito y mucha prosperidad, pero sobretodo que la felicidad y el amor sean los abrigos para ustedes y su familia.
I would like to thank you all for following my blog. Happy Holidays, Merry Christmas and a Happy New Year!!!
“Remember the magic of Christmas lies in your heart”
La subestimación de un candidato es tan importante que puede terminar siendo su clave para su Victoria. Cuando medios, analistas y varios políticos daban por dada una derrota de Trump la realidad fue que se les viro la tortilla. Recordemos que muchos se reían cuando bajando por las escaleras eléctricas de su rascacielos dijo que ganaría la nominación republicana. Por eso es que el gran derrotado es el establishment político, que sufrió cuando Jeb Bush perdió y ahora que manda casi al retiro a una de sus mejores cartas de presentación
Como todo un maestro del marketing, uso su estatus de figura pública para capturar la atención de los medios con cada una de sus promesas. Recordemos aquí su promoción del muro, prohibición de la migración musulmana y su intención de no llevarse mal con el Kremlin.
Al convertirse en un candidato apolítico por su forma de expresarse y su rechazo a ser políticamente correcto le sirvió para ganarse adeptos desilusionados con el sistema. Esto lo posicionó como el rival correspondiente para competir contra una figura atada al establishment como lo es Hillary Clinton.
Gran parte del electorado que apoyo al presidente electo se cansó de seguir escuchando las promesas de políticos que solo hablaban y no mostraban obras concretas. Como también el uso del Gobierno para hacer toda una carrera, solo cuenten los senadores con más 20 años en el Congreso. Y eso que no sumamos el escándalo de Benghazi y el mal manejo de correos electrónicos de Hillary Clinton bajo su labor como secretaria de Estado. Sin contar también los correos filtrados por los muchachos de Wikileaks.
El fenómeno de su éxito es uno digno de estudio y reflexión por su trascendencia. Si lo vemos desde una óptica extrapolar no es una exageración que sea parte de la ola conservadora encabezada con Nigel Farage y el Brexit o con el ascenso paulatino de Marine Le Pen como figura política en Francia. Son movimientos con caras diferentes pero con ideologías milenarias que logran reaparecer en lugares donde hay un descontento general con el sistema de gobierno.
El gran derrotado lo fue el establishment y una clase política que aún no sabe porque gano el magnate. Más ellas de señalar y denunciar los desaciertos y retoricas de Trump, no reflexionaron acerca de Hillary Clinton y su figura desfavorable. El hecho de que muchos simpatizantes de Bernie Sanders no mostraran entusiasmo por la ex primera dama muestra exactamente el factor clave del triunfo de Trump.
Si, porque te podrá gustar o no sus discursos e ideas pero no podemos ignorar que gran parte de sus seguidores iban a sus mítines por ver algo fresco, autentico y fuera del marco tradicional de la política. Notabas un entusiasmo y una entrega en el público que seguía al magnate, mientras que en el lado demócrata no existía esa éctasis como el que hubiera provocado candidaturas como la de Sanders o una Elizabeth Warren.
Cuando algunos minimizan el fervor y fogosidad en unas elecciones, no saben que sin ello un candidato no va a ningún lado. Un elector se siente desanimado cuando no siente una pasión y empeño por elegir a su candidato. En muchos casos para varios electores lo que motivaba a votar por Hillary era por el miedo a tener a Trump de presidente. Pero en si no era algo genuino el deseo de verla presidenta.
Desde su inicio de campana maniobro como un maestro el marketing político y se apodero de su status de figura pública para llamar la atención del pueblo estadounidense.
Controversial, diferente, poco convencional y ensimismado con el juego de sus retoricas hoy Donald Trump es presidente electo de Estados Unidos. Y otra vez demostró que es un maestro del marketing y que en política todo se vale siempre y cuando captures la atención del público a conquistar.
Hoy como nunca antes el más grande teatro se abrirá en todo su esplendor para recibir a un actor que le excita salirse del libreto en una obra impredecible.
Mucho se habla sobre la histórica nominación de Hillary Clinton como candidata presidencial, pero se olvida sobre cuán viable es que las mujeres comunes y corrientes tengan las mismas oportunidades que hombres en obtener un buen salario y un trato igual en el espacio laboral. Sabemos que Hillary puede ser la próxima presidenta ante un Trump que está cayendo en las encuestas.
No será ni la primera ni la única en las Américas, porque ya América Latina ha dado cátedra en elegir mujeres como jefes de estado. De hecho ya en el siglo XX teníamos a Mireya Moscoso en Panamá, Violeta Chamorro en Nicaragua y los interinatos de Isabel Perón y Lydia Tejada en Argentina y Bolivia respectivamente.
Llegada al poder de un miembro del sector marginado no es sinónimo de un automático cambio profundo en las políticas públicas y en el imaginario del sector corporativo sobre el rol de estos grupos en la sociedad. A ver si nuestros hermanos indios del Perú no siguen sufriendo de la marginación, esto a pesar de las presidencias de Alejandro Toledo y Humala.
Y aun cuando ambos presidentes tuvieran las intenciones por hacer algo, en esencia se necesita un cambio de régimen sobre el tratamiento institucional que se les ha dado a este sector valioso de nuestras naciones. Aun cuando cifras del Banco Mundial reportan que en la región latinoamericana hubo una mejora en acceso a la sanidad de estos grupos, la realidad es que casi seguro que muchos de ellos sigan viviendo en un nivel de pobreza.
Cuando Chile y Brasil han tenido jefas de estado, la verdad es que esa gesta no se ha transformado en igualdad salarial para las chilenas y brasileñas. El caso de estas últimas es alarmante cuando una mujer gana $48 por cada dólar que obtiene un hombre. Mientras que en Chile existe una ley de remuneración igualitaria, esto no ha impedido que ocupe la cola en la región en desigualdad salarial, según datos del Foro Económico Mundial.
Pero más allá de caer en la liturgia y el discurso de la igualdad en el poder político, hay que concentrarse más en el impacto en los ciudadanos de a pie. Cuando miramos las estadísticas de la relación entre salarios y géneros. Vemos que en nuestra región hubo una reducción significativa en la brecha salarial entre hombres y mujeres. En 1990 las mujeres solo cobraban el 71% del dinero que cobraban los hombres. Mientras que para 2014 esa cifra pasó al 84%, esto según informes de la CEPAL.
No hay dudas que vemos una luz de esperanza en reducir la brecha entre los dos géneros, pero es un imperativo que gobiernos se comprometan a fomentar un mayor acceso a todos los sectores de la sociedad. Porque sabemos que nuestras sociedades hay un nivel de marginación evidente hacia ciertos tipos de ciudadanos que han sido estereotipados bajo una percepción de inferioridad.
Inclusive la presidencia de Obama ha reconocido que las féminas estadounidenses cobran en promedio unos 79 centavos por cada dólar que se gana un hombre. La desigualdad es un atasco difícil y complejo de atacar, pero aun así debe resultar inaceptable que a una persona se le pague menos por su raza, sexo o religión. Aun así, el resultado del empoderamiento femenino resulta más en la capacidad individual de crecer y desarrollarse con herramientas provistas por el entorno adecuado que debe crear el Estado para ello.
Cuando es la paga igualitaria, el principal estribillo de los progresistas también hay que hablar de quitarnos de la mente sobre la hegemonía discursiva patriarcal sobre la patética expresión “cada género tiene su profesión”. Porque para pensar en igualdad, hay que derrumbar la actitud machista que aún sigue perseverando en muchos de los aparatos ideológicos del Estado.
Gary Johnson y Jill Stein necesitan llegar al 15 % en encuestas para debatir con Trump y Clinton
Ante el fenómeno de Trump y la figura desgastada de Hillary Clinton, este año electoral representa el ahora o nunca para que un tercer partido genere una cantidad sustancial de votos para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Aunque para muchos puede ser una sorpresa la verdad es que hay partidos minoritarios en este poderoso país. Entre los más conocidos están el Partido Verde y los libertarios. Lo que ha contribuido a su inefectividad electoral es que el sistema político les pone trabas y obstáculos con las exigencias y requisitos para aparecer en la papeleta de cada estado. Y eso sin hablar del bloqueo mediático contra ellos. De hecho para que un candidato presidencial pueda aparecer en debate televisado con Hillary y Trump necesitaría al menos promediar un 15 por ciento de intención de voto en las encuestas más respetada. Pero dado que hay un malestar con los principales pretendientes, ha sido notable el surgimiento de Gary Johnson en las encuestas. Johnson es un ex gobernador de Nuevo México quien es candidato presidencial por el Partido Libertario. En las últimas encuestas ha sacado entre 10 y 13 por ciento contra Trump y Clinton. De elevar a 15 por ciento su intención de voto podría treparse en la tarima grande. Para que tengan una idea en el 2012 este partido consiguió solamente el 1 por ciento de los votos.
Los libertarios y su prédica del libre mercado y libertad individual han visto un aumento sustancial en seguidores desde que Ron Paul sorprendiera a los medios con su desempeño en las primarias republicanas de 2012. Aunque están lejos de ser una amenaza para los dos partidos, no es menos cierto que en las próximas elecciones pueden superar el umbral del doble digito. Algo nunca antes visto desde el fenómeno de Ross Perot en los 90, quien desinflo la candidatura de Bush padre ante Bill Clinton al obtener un 19 por ciento de votos o como no olvidar el intento de Ralph Nader de atrapar votos de los demócratas en el 2000. Sabemos que Johnson puede quitarle votos a Trump, pero igualmente lo puede hacer con los demócratas. Sus posturas liberales como legalización de la marihuana, y la no intervención militar en el extranjero pueden ser posiciones atractivas a muchos votantes de Bernie Sanders que no confían mucho en la ex primera dama.
Por primera vez en muchos anos los libertarios tienen la oportunidad dorada para hacerse sentir en una elección principal. Pero depende de cómo hagan sus estrategias para realmente ser decisivos ante dos candidatos con números negativos en popularidad.
La disfuncionalidad del Congreso sumado a la división notoria en el liderato republicano han contribuido a que muchos electores empiecen a ver a otras alternativas políticas. De ese descontento surge Trump y Sanders, dos muchachones que prometen revolución y una agitación política en Washington. El multipartidismo es algo que ya en España ha dado de que hablar con la irrupción de nuevas fuerzas en el Parlamento y ni hablar de los frentes y alianzas en América Latina. Hablar de esto en Estados Unidos es quedarse en la ilusión.
Sabemos que competir en cobertura mediática con Trump es como tratar de ganarle una carrera a Usain Bolt. Pero no hay excusas en siglo 21 para llegar a la gente de a pie. El cambio trascendental de hacer campanas ha cambiado sustancialmente y es a partir de las redes sociales que tanto el Partido Libertario y Verde han sumado seguidores. No digo que ellos ganaran una elección en las próximas dos o tres elecciones. Mas allá de ganar o perder lo que es vital para la democracia es que ellos tengan una oportunidad de ser escuchados en un país saturado por el bipartidismo.
En noviembre de 2016 los partidos minoritarios tienen la hora cero para de una vez y por todas demostrarle al público estadounidense de que son tan viables y serios en sus propuestas como los rojos y azules que han gobernado por los últimos 100 años a la nación estadounidense.
Trump se encamina a ser el nominado por los republicanos para aspirar a presidencia de Estados Unidos. (Foto por Peter Linforht)
Para los ilusos e incrédulos que creían que Donald Trump es una estrella fugaz hoy tienen que estar avergonzados de subestimar a un rival tan astuto. Aun cuando los republicanos siguen rezando porque el magnate no llegue a la cantidad de delegados necesarios para asegurar la nominación del partido. Ya hay un sector del establishment que no teme unirse a Trump para ir contra la ya casi nominada demócrata Hillary Clinton.
Pensar que la ex primera dama la tiene fácil es como aceptar que la liebre es más lenta que una tortuga. Todo puede ocurrir, desde un intento de Sanders de irse como independiente hasta la caída de Clinton por lo ocurrido en Benghazi.
El hombre del marketing ha logrado traducir su éxito en la política. Como amor a primera vista, las lentes de las televisoras transmiten sus discursos tan a menudo tal si fuera Obama. Muchos quieren buscar el porqué del éxito del frustrado constructor de murallas. Si de verdad queremos ir al meollo, entonces hay que analizar como el Partido Republicano ha decepcionado a sus militantes quienes estaban deseosos de ver acciones reales contra lo que ocurría en Washington.
Tras no sentirse satisfecho con el movimiento Tea Party, muchos electores de la derecha sintieron una desconfianza en la política. Y con la aparición de Trump, vieron un vivo ejemplo de un empresario con historial de obra y éxito. Dos cosas que no han percibido desde su línea ideológica.
El Populismo busca siempre ese objetivo que sirva como antagonista permanente. Washington como aparato de gobierno es más que perfecto para servir de base enemiga al movimiento de Trump. Sus ataques constantes a la forma de hacer cosas en Congreso y presidencia muestran su operativo de seguir desprestigiando todo lo que venga de ahí.
Y es que conservadores piden a gritos a un candidato ajeno a la política tradicional, quieren algo nuevo, cool, revolucionario, pero más allá de eso quieren a un hombre fuerte. Trump es la mayoría de eso. Con el boom de Bernie Sanders llenamos el apartado revolucionario.
Todos sabemos que si los demócratas jugaran tan justos como los republicanos hoy la carrera entre Hillary y el muchachón estaría más cerrada.
Te puede caer mal Mr. Trump, pero reconocerás que juega casi a la perfección todas sus cartas. Su forma de dominar la narrativa mediática y noticiosa, la manera en que une a voces distintas en su contra para luego darse a conocer como aquel que le tienen miedo porque es el que puede arreglar las cosas. Como constructor, lo ha hecho, y no hay dudas de sus rascacielos.
Hoy en el norte hay gente de a pie que lo ve así, porque ya poco le importa lo que digan medios y expertos. Están cansados de lo que es políticamente correcto. Para mas te cuento que el magnate esta a tres puntos de Clinton en una encuesta reciente.
Por más vueltas que le den los republicanos, Trump merece ser su candidato. No por gusto sino porque ha sido el candidato con más votos y delegados en la carrera primarista. Sabemos que este partido se enfrenta a un dilema existencial. Porque pase lo que pase la división es evidente y luego de Noviembre se podría debilitar sustancialmente el partido de Lincoln y Reagan.
Pronósticos hay y vendrán, pero no hay dudas de que Trump dejara una huella imborrable en la manera de hacer política. Clinton no las tiene fácil, esta erosionada y ella sabe que tendrá que convencer a muchos votantes de Don Bernie. En ambos lados habrá divisiones, pero vencerá quien sepa traer un mensaje de obra y no necesariamente del que sea políticamente correcto. La victoria demócrata no está asegurada, subestimar a Trump seria dormirse en las pajas y darle mayor gloria a una campaña hecha con puro marketing político.
Una ansiedad muy evidente está rodeando a la campana de Hillary Clinton, que no encuentra como detener el ascenso del muchachón socialista que ya dejo de ser un candidato a ser un contendiente. Los nervios están tan de punta que hasta han sacado anuncios para desprestigiar a Bernie Sanders y su posición a favor de un sistema de salud con pagador único. Y no nos olvidemos de que ya Bill entro para ayudar su esposa para desbancarlo. No es sorpresa que haya tanta ansiedad para los Clinton, cuando en la última encuesta en el estado de Iowa, Don Bernie solo está a dos puntos de empatar la carrera. Y ni hablar de New Hampshire, donde ya se perfila una victoria para el muchachón.
Cualquiera diría que esa primavera rosa de América Latina llego con atrasos a Estados Unidos. La izquierda que está en dificultades y en estado de autorreflexión en el Sur, ve que en el norte hay una posibilidad ya no tan remota, de que uno de los suyos llegue a la Casa Blanca.
Si revisamos la historia, nos daremos cuenta que Hillary podría estar pasando por otro 2008, año en el que un joven senador de nombre Barack Obama, vino de atrás para vencerla en las primarias. No digo que pasara lo mismo, pero no hay dudas que Sanders ha roto con los esquemas y hasta los medios están tomándolo en serio, a pesar de que en muchos círculos hay temor a que no pueda vencer al nominado republicano.
La subestimación es un mal que agota la energía de una Hillary Clinton que refleja ya una erosión en la mente de muchos votantes. Los cuales creen que ya el País está cansado de su impresionante exposición en las esferas del poder. Corriendo con la misma suerte tenemos a Jeb Bush, otro chico en problemas con el fenómeno político Donald Trump. El pueblo estadounidense ya luce agotado de otra dinastía, porque en esencia entienden que esto aporta al status quo. Por tal razón, vemos que el ascenso de Trump en el lado republicano y Sanders en el demócrata representan el desespero por un cambio real y visible de las formas en que se hacen las cosas en el gobierno.
No hay dudas que Clinton tiene el favor de los artistas de Hollywood y de muchos donantes con bastantes billetes verdes, pero Bernie tiene algo que pocos políticos no tienen y eso es la originalidad, consistencia y autenticidad. Tres elementos que han sido fundamentales en su carrera política que comenzó como concejal. No es el típico político que cambia de posición para ganar votos, al contrario es aquel que se apega a sus principios por encima de sonar cool con el público.
Pero más allá de eso, hay que ver los mítines de ambos candidatos para ver que los seguidores del socialista llenan estadios, lo que hacen parecer a los de Clinton una reunión de amigos.
Cuando la palabra socialista puede sonar mal para algunos, en el Norte empiezan a verla como una opción para cambiar su situación política y económica. Todo puede pasar en política, nadie le daba ningún chance a que un señor con tales tendencias podría pisarle los talones a la que ya daban como la nominada de los demócratas. A menos de tres semanas para que comiencen las primarias, la angustia y la ansiedad marcan los pasos de Hillary que ya no encuentra que hacer para frenar a un muchachón que ha encontrado la fuente de la juventud en su manera de llevar el mensaje.
Mientras los medios le juegan la maquina al empedernido amante de los millones, la ignorancia ha hecho estragos por encima de la reverencia a los temas que se deben debatir con seriedd. No ha pasado mucho desde aquel trágico evento donde un joven entró a una Iglesia para depositar las balas intolerantes en los cartuchos de la tragedia. El tiempo de hablar sobre las repercusiones de ese momento ha ido decayendo hasta al punto de la no visualización mediática en torno al debate social y político que debe emprenderse para atacar sistemáticamente las aptitudes nefastas que encarnan los prejuicios raciales en Estados Unidos.
El punto central de la problemática es que carece de una mirada política por parte de las autoridades gubernamentales. Más allá de las condolencias hay que reconocer que detrás de lo eclesiástico de la diplomacia doméstica debe estar lo concreto ,lo razonable y sobretodo el genuino interés por ayudar a las minorías a ser respetadas como se les garantiza en la Constitución.
Hay una manía inexorable de los pretendientes a la Casa Blanca que está más pega que cualquier éxito de música tropical. Todos saben que el uso del respeto al estado de derecho fue uno de los main topics que muchos republicanos decidieron abrazar. Lamentablemente son más los que acarician la carta magna para defender las enmiendas convenientes y obviar el lugar que poeticamente señalaron los redactores sobre la igualdad de los ciudadanos ante la justicia. Mientras que los medios siguen atrapados en el virus informático ,veremos que los verdaderos issues serán sesgados como algo incoloro que no merece cobertura. A donde va a parar la sanidad mediática cuando el control de la ira de un candidato vale más en tiempo televisivo que la alegría cortada de un niño que clama por algo más que comida;tener derecho a la dignidad.
Un asunto que no tocan ni con una vara larga porque prefieren jugar al escondite con aquellos que les he difícil congeniar políticamente. Por eso es que más allá del prejuicio racial hay que enarbolar el asunto político de la justicia racial que no es otra cosa que evadir la desigualdad en el tratamiento gubernamental sobre los ciudadanos.
Es obvio que la política es el determinante de la ansiada reforma al sistema carcelario y judicial de la nación norteamericana, pero sabemos que no hay tanta pasión entre los dos partidos para estudiarla en contraste con los habituales temas que entretienen las mesas de opinión de la televisión comercial. Aunque no es la panacea del asunto,es un pequeño paso para entender que el prejuicio que percibimos en las calles jamás se acabará mientras que el aparato institucional no vea con los mismos ojos justos aq a aquellos que miran abajo . Los mismos que cuaando van a la ciudad saben que el darwinismo es tal como se lo describieron en el salón de clases.
Son las 8 de la mañana en Redatia ,provincia de Gurtula . Pararon los trabajos ,los bares y las tiendas particulares. Eladio Burruquita pasa a la puerta ,encuentra un periódico ,rascándose sutilmente su cabeza se da cuenta que es día de elecciones. En Redatia se tiene la tradición de votar impuntual. Para el joven empedernido seria un crimen no cumplir con tal sagrada costumbre. Mientras los sesgados arracanban sus tertulias de parcelas, buscó su breva recién comprada . Esperar horas fumando ,drenando neuronas y esculpiendo torres de nicotina era todo un comfort zone para un hombre que antes de ir a la misa, entra a la bodega de la esquina a desquitarse de sus penas antes de buscar sanación. En un pestañeo sigiloso miró el singular reloj de pared ,rechinando el veterano sillón buscó el periódico para apresurar la depuración tentativa de los candidatos. Eladio como todo Burruquita vota por y con su mano. Su razonamiento es simple,pero aturdido. Examinando cuidadosamente los pretendientes a la presidencia de Gurtula arrancó la página de los perfiles , un elemento fundamental para su proceso de selección. Habían 3 candidatos ,dos eran zurdos y sólo uno congeniaba a la derecha. Era fácil escoger al mejor de todos, no había margen de error visible. Ya con su rigurosa decisión, caminó hasta el colegio correspondiente y entrando en el cuartito electoral puso una marca con su mano derecha en el único candidato derecho. De camino a su hogar se encuentra con su primo Morturio ,en un sinsabor debate se le zafa a Eladio su opción electoral. Morturio levanta la mano derecha ,inclinándose para capturar fuerza, y le propina un puño que lo deja anodadado. La molestia de su primo era que su familia siempre se vota al Partido Gurtuliano Conservador. Mientras que con una cara morada ,el amonestado responde: «Mire primo ,yo siempre sigo lo que un día me dijo mi madre, hay que votar siempre por la derecha para desmangar a los zurdos. Por eso yo votó por los derechos que saben más que los zurdos». Ante la exclamación contundente ,Morturio dijo : «Tu madre debe estar revolcándose en la tumba ante tal desfachatez, tu tenías que votar a la derecha no a los que son derechos». En un tono bastante sublime y desgarrador Eladio se despide de su primo avergonzado, cabizbajo se va a su casa. Dan las 8 de la noche ,boletín de última hora se escucha en la radio. Era el anuncio de los resultados, agarrado de los brazos del sillón, eladio se va al piso como un barranco ,desmayandosé al escuchar «Gana por un voto el Partido Social Gurtuliano». Más tarde vendrían los Burruquita a lincharlo por deshonrar la tradición centenaria de su familia.
Con jolgorio,algarabía y esperanza los latinoamericanos recibieron al Papa.
Francisco llegó a su tierra ,estallando contra la avaricia ,la corrupción y la impotencia gubernamental. Muy bien pudo dedicar su discurso a la retórica de la superficialidad o simplemente dedicarse a las actividades eclesiásticas.
Tal vez dos opciones con la que cualquier otro líder de su naturaleza haría fácilmente.Muchos abrazos y saludos de políticos, síndicos y gente de a pie estuvieron pronosticados,incluyendo los regalos exóticos y variados donados al líder católico. En Ecuador y Paraguay logró imponer su humildad y compromiso social tocando la fibra de la desigualdad en toda la región.
Dicen que la Iglesia como aparato ideológico influye sistemáticamente al ciudadano ,aunque en ocasiones lo ha hecho no muy bien que digamos.El discurso de Francisco durante la asamblea de los sindicatos y obreros bolivianos fue uno que precisamente agudizó el planteamiento central de la problemática social latinoamericana. Más allá de ir a la hegemonía discursiva fue honesto entregar la respuesta universal de la buena gobernanza a los pretendientes del poder que cada año electoral vacían su cajón de promesas para aturdir a los votantes. Fue directamente al punto,que no es otra cosa que jugar a la verdad y reconocer a esos que hemos olvidado, los de abajo.
El consejo es simplemente no olvidar a los de abajo y luchar por un acceso a la mejor calidad de vida posible.No sólo atacó a la clase política por incompetente, sino que urgió a todos por atreverse a reconocer la cruda realidad del cambio climático. Un asunto que hizo tambalear a los abnegados que constantemente ignoran que el clima puede cambiar a causa de la actividad humana. Aquí es donde es necesario que líderes como francisco hagan una ráfaga furiosa de rechazo a la negación del derretimiento de los polos porque por encima de ese dilema ambiental se ve notoriamente la desigualdad que enfrentan los países más pobres en su lucha por detener la erosión y las anomalías atmosféricas.
Muy bien dijo el Papa que la globalización actual no premia en nada a la humanidad por su centralidad exclusivamente consumista y que en cada forma degrada a la nada a lo culto. Un elemento que involucra y forja el deterioro social no sólo americano sino mundial.Francisco acertó bien cuando señaló que hay elementos negativos de la fachada de la intercomunicación global, y que es necesario emprender una nueva versión donde la hermandad y el trato justo surgan tan robustamente como las ganancias de las multinacionales . Tal vez en síntesis el Papa le ofreció una cátedra moral y ético a los mandatarios de como respetar a sus pares ,los ciudadanos por encima de sus propios intereses.
Entonces tenemos en perspectiva que el viaje pastoral no fue un simplemente compartir religioso,en definitiva hay que reconocer que detrás de lo eclesiástico Francisco se entregó a los más pobres de la Patria Grande no para calmar sus preocupaciones sino que por encima de ello llamó las cosas por su nombre y llegó al punto que todos debemos llegar . Es el sistema operativo gubernamental que impide que todos puedan superarse, es la mala administración política que ve el poder como generador de riquezas personales,mientras huye de ese poder capaz de transformar la vida de los ciudadanos.Aquí no vino un hombre a dar discursos vacíos vino un líder lleno de sabiduría vivida a colmar de debate la realidad de América Latina.La tarea no es ir a misa y tirarse la fotito ,no, hoy más que nunca la tarea es reconocer las desigualdades que aún hoy tienen a la región en dificultades para enfrentar los retos difíciles que están por venir.Los políticos ya estarán publicando en sus cuentas de redes sociales su momento con Francisco, aunque muy pocos pensarán en como gobernar para que en la próxima llegada la tarea esté por terminar.
Barajeando las primarias, ya nos encontramos con dos candidatos oficiales por los demócratas, con el anuncio del senador Bernie Sanders. Un senador por el estado de Vermont busca llevar su socialismo democrático a Casa Blanca, lo primero que hay que preguntar es ¿Lo dejaran? ¿Tendrá los fondos y los votos para llegar lejos en las primarias? Hay que reconocer que Sanders ha sido un ferviente crítico contra la falta de programas que ataquen la pobreza y desigualdad. Ha promovido el establecimiento de un sistema de salud público y gratuito combinado con una educación accesible a todos los sectores. Aunque todavía no se sabe si Elizabeth Warren va a entrar, lo que sí es una realidad es que Clinton va a tener que exponer al País su visión liberal contra el socialismo de Sanders. Entonces al darse eso, ella se va a ver obligada a cambiar de varias posiciones en materia social. La carrera por la nominación demócrata resulta lo más de interesante, con un auto denominado socialista que intenta arrebatarle la candidatura a Hillary Clinton. Sanders ha sido un constante defensor del cambio climático, la salud pública y opta por una política exterior más pausada. Muchos le dicen el Ron Paul demócrata por siempre tomar posiciones que a veces no concuerdan con el establishment de su partido. Lo cierto es que ambos tienen un punto común como lo es el limitar la injerencia exterior. Bernie sabe que la tiene difícil con Clinton, pero al parecer los donantes le apoyan cuando en su primer día de campana acaricio $1.5 millones. Mucho más a la izquierda de Clinton con una posición contra varios tratados comerciales, incluyendo el vigente con Australia. Sanders insiste en que muchos de estos tratados estimulan a que haya más pobres, provocando una desigualdad sustancial. No hay duda que al senador le gusta decir las cosas como las ve, pero eso es algo que lo aleja de los amigos super donantes que saben que con su plan de impuestos no ganan que digamos. Los demócratas quieren hacer historia de todas formas, con Clinton lanzan la primera mujer a ser presidente y con Bernie buscan rebasar el record de Reagan como el mandatario más longevo. Curiosidades políticas que a los republicanos les gustan también, si gana Ted Cruz, sería el primer candidato nacido en Canadá que se sienta en Casa Blanca y con Rubio sería el primer latino. Pero esperemos que algo más allá de records sea una campana de ideas donde se debata seriamente por el futuro de la nación estadounidense. Bernie llego, y Hillary sabe que tiene que ponerse las pilas porque contrario a otros demócratas, éste si sabe debatir y pelear hasta al final por sus principios.