PSOE y el debate de la abstención

Tal vez porque piensan que evitar nuevas elecciones será su legado para el pueblo español , los lideres del PSOE han decidido abstenerse y no votar en contra de la eventual coronación de Mariano Rajoy como presidente reelecto de Espana. Si bien es cierto que su movida puede ser una positiva para los intereses de capital y la cuestión de estabilidad, que tanto importa a los muchachos que se la juegan en la bolsa de valores. Es negativa para su futuro político y electoral porque en la medida en que  Pablo Iglesias les recuerde su inmovilismo ante el PP , será un recorte de votos para su partido.

Encuestas han sugerido que PODEMOS ha pasado a ser la segunda fuerza política española ,luego que la división creada tras la dimisión de Pedro Sánchez le haya creado un colapso a un PSOE ya antes deteriorado.

El pueblo español ha visto como en tan pocos meses la sombra del ex presidente Felipe Gonzalez sigue dominando la política partidista. Lo vemos cuando a raíz de sus declaraciones la cúpula del partido decide quitarle confianza a Sánchez y considerar la abstención que dejaría gobernar a los conservadores y a Rajoy.  González, quien una vez fue considerado todo un modelo para los “socialistas”, hoy es criticado por ser todo un enamorado del libre mercado y del capitalismo puro.  Precisamente esos dardos acusadores han provenido en ocasiones de los círculos de PODEMOS, quienes han apostado a la tesis de que el PP y PSOE son los mismos con diferente collar.

Dejar gobernar a tu contrincante político puede costarle a cualquier partido su sitial en el espectro y organigrama electoral. Sabemos que en el sistema parlamentario son necesarios los pactos, pero la historia dice que cuando traicionas a tu mensaje político lo puedes pagar con nueces en las urnas. Los muchachos del PSOE decidieron evitar el mal rato de nueva elecciones para darle tiempo a su proceso de asimilación.

Rajoy puede ser declarado como el gran ganador ya que  es un hombre realizado a si mismo porque ya tiene lo que quería: “La Gran Coalición”. Un sueño que había vitoreado desde aquellas primeras elecciones en las que se sintió incapaz de formar gobierno solito con el PP. Esa abstención del PSOE le hace ver al pueblo español que Rajoy no estaba loco cuando hablaba de la posibilidad de  su coalición.  Sale reivindicado desde esa perspectiva y cumple con la estabilidad que pedían los chicos de la bolsa de valores y la Unión Europea.

No hay dudas, que aquí  otro victorioso es Pablo Iglesias y el grupo Unidos PODEMOS que tiene la oportunidad dorada de absorber parte de los votantes del PSOE que andan decepcionado por lo que está haciendo su partido y así mostrar si de verdad tienen mollero para aspirar a más o son solo un movimiento de moda pasajera.

A pesar de los pronósticos oscuros que existen para los socialistas hay que tener claro que este partido ha logrado tener vigencia a pesar de que con la irrupción de PODEMOS se vaticinaba su caída total. La verdad que no se puede subestimar su capacidad de recuperarse, pero en este momento particular su futuro no se ve tan prometedor ni siquiera en la visión de sus propios militantes.

Pensar en el país y en la continuidad del gobierno puede ser la excusa ética que den los barones del PSOE para dejar gobernar al PP. Quizás buena decisión para algunos, pero le falla a su moral institucional cuando ignoran el sentir de sus propios militantes y su promesa de no renunciar a sus principios dados en mítines de rechazo a Don Mariano Rajoy.

Una vez más el Partido Popular gana un round político, pero ya veremos si logra llevar al PSOE de la abstención a un voto a favor de su plataforma de gobierno.

¡Ay virgen! Decía un diputado que todo es parte del sistema parlamentario que a veces obliga a pactar con el menos afín a la causa.  A ver si se atreven decirle eso  los que estan protestando  en Ferraz que no estan de buen humor que sepamos.

 

 

 

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Pactos en modo de desespero

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Se alzaron al día de las elecciones como triunfadores todos, prácticamente una costumbre longeva del arte político. España vio el pasado domingo como su mapa electoral se fue volviendo un arco de colores diversos. Por un  lado en la Capital sorprendió la ex jueza Manuela Carmena al llegar en un significativo segundo lugar, detrás de Esperanza Aguirre, figura central del Partido Popular en las elecciones. No pasaron ni dos días, y ya la líder conservadora arremetió contra AHORA Madrid, diciendo que su eventual entrada a la alcaldía de Madrid, sería una plataforma donde la democracia se degradaría. Un ataque que demuestra el desespero existente por el avance del movimiento izquierdista. Aunque a  nivel nacional el bipartidismo se llevó  la mayor suma de los votos, es necesario indicar que el oficialismo perdió 2 millones de electores, algo catastrófico en cualquier liga. Demuestra que los nuevos muchachos de Ciudadanos y PODEMOS están surgiendo efecto en sus respectivos llamados a renovar la política española. PODEMOS jugó a las alianzas y vio algo de victoria en Barcelona, donde Colau venció al candidato del afanado independentista Artur Mas. Mientras que Ciudadanos tuvo varias ciudades con buenos resultados que lo hacen una pieza clave para gobernar, si es que se atreve con el PP. La llave de los pactos es sin duda donde el PSOE lo tiene menos difícil que el PP, primero porque los nuevos partidos han tendido a poner condiciones bastantes amargas para ciertas figuras del bipartidismo, pero también porque sería una mala maniobra estrategia irse de aliados con el partido que se quiere vencer en las elecciones generales. A partir de esto, se mueve el escenario político español. El frente de AHORA Madrid, parece estar viendo a Carmena en el ayuntamiento de Madrid. Un escenario que solo el PSOE puede hacer realidad, pero la pregunta será a cambio de que ayudita o pacto para lograr el cometido. El PP fue la primera fuerza en muchos ayuntamientos y comunidades, pero en el actual sistema político el verdadero ganador es aquel que se entrega al arte de pactar. El pacto político puede interpretarse de diversas maneras, pero es un atributo electoral que logra fomentar la representatividad del pueblo en el Gobierno. La democracia es el arte de convivir ante las diferencias que nos separen, pero es también intentar sumar los elementos que nos unen porque en la medida de que se planteen las semejanzas, el que gana es el pueblo por encima de los intereses personales. Eso es un asunto que veremos con el transcurso del panorama en que se encuentra hoy España. El bipartidismo está herido y sabe que si continua en cama, su vida estará en peligro. Solo faltan meses para ver si el paciente consigue una medicina para calmar sus dolencias o si en efecto su deterioro lo lleva al punto de una coma.