Izquierda se juega la vida en Ecuador

Si la derrota del Kirchnerismo fue fuerte para la izquierda latinoamericana, la de Ecuador sería desastrosa. Con todo y que Rafael Correa aun goza de mucha popularidad, la verdad es que su movimiento no ha logrado traducir su carisma electoral en su delfín politico.

En la primera vuelta la derecha se salvó por un pelito de ser derrotada por nocaut, lo que fue un alivio para ellos fue un dolor de cabeza para la izquierda ecuatoriana. Saben que cuando se junta la oposición en un solo bloque hay posibilidades reales de perder el poder.

Con un escenario similar al argentino Guillermo Lasso quiere emular a su Mauricio Macri y sacar del poder al candidato oficialista de Ecuador. Si bien es cierto que son dos escenarios con contrastes la verdad es que no hay nada seguro de que Lenín Moreno tenga suficiente convocatoria para mostrar su mollero electoral contra la oposición ecuatoriana. Como cuestión de hecho la encuestadora Market pronostica una lucha reñida con un Moreno ganando estrechamente.

Lasso, un banquero exitoso y con una cosmovisión empresarial sobre los asuntos de gobierno, ha basado su estrategia electoral en que va a bajar los impuestos y que abrirá el País al comercio con participación en bloques multilaterales. Moreno apuesta a que su propuesta de crear más de 200 mil empleos y su énfasis en el emprendimiento juvenil y un aumento en las pensiones puedan cautivar más a los electores a elegirlo como presidente.

Recordemos que Moreno fue vicepresidente de Correa en su primer gobierno y ademas es un político que no conoce limites. Estamos hablando de un hombre que al igual que Franklin Roosevelt en Estados Unidos puede convertirse en el primer presidente ecuatoriano que sufre de paraplejia.

Nadie puede evadir que en su gestión Correa tuvo aciertos en el desarrollo de Ecuador, no por nada fue reelecto por un margen arrollador. Pero ahora el desgaste normal de estar tantos anos arriba y el cambio de candidato pueden ser elementos que juegan en contra de Alianza País y la candidatura oficialista de Lenín Moreno.

En el mirador regional cada elección es crucial para los chicos del Alba y el eje socialista. Tras salida de Dilma y el ascenso de Macri, una derrota en Ecuador ya pondría en estado grave y comatoso a la primavera rosa que Lula, Chávez y Nestor Kirchner empezaron. Y ni hablar de que Evo ya no puede aspirar a otro término.

El próximo 2 de abril los ecuatorianos harán historia ya sea por la victoria de la izquierda o el regreso de la derecha al poder. Es un punto de encuentro político donde el resultado tendrá una consecuencia irrefutable en el desarrollo de América Latina.

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MERCOSUR manda a Maduro al Bamboleo

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Macri y Temer han criticado en el pasado a gobierno de Maduro. 

Cantando y gozando los muchachos de la derecha han dejado a Nicolás Maduro en el Bamboleo a oscuras y como si fuera un anacoreta tras la despedida que le hicieran del MERCOSUR. No perdonan ni que es Diciembre, tú sabes por eso de no dejarle una amarga navidad al hombre.

Unos gritan ¡Golpe! , en otros lados dicen que es puro incumplimiento del contrato acordado. Mientras tanto Macri sale lavándose las manos para no caer en insultos y tienen al pobre Temer de relajo y le andan acusando de exportar sus estrategias del desahucio político ¡Ay virgen! y eso que hay algunos por ahí en negación y aún no se creen que Tabaré Vázquez votó con el otro bando y no a favor de su “colega ideológico”. Y eso que ya Maduro le pidió un encuentro cara y cara. Posiblemente esperanzado de que vuelva socialista, rojo y rebelde de su gira por Roma.
Pero todo no queda ahí, y es que ahora el presidente venezolano dice que buscará colarse en cualquier reunión que hagan los presidentes y que no teme meterse en las cumbres. Creando una crisis y buscando atención de medios quiere colocar como un ataque vil lo hecho.

Siendo la quinta economía del mundo y en uno de los mayores productores de alimento el MERCOSUR no ha estado pasando por su mejor momento. La falta de consenso que había recientemente hacía difícil proyectar su rol y propósito ante los mercados.
Más allá de usar de argumento el incumplimiento en normativas y situación política venezolana, otra razón estratégica y de peso es que los nuevos gobiernos de tendencias a favor del mercado desregulado quieren conectar al Mercosur como un aliado fuerte de la Alianza del Pacifico encabezada por México, Perú, Colombia y Chile.

Ganando espacios poco a poco el conservadurismo ha logrado ir dominando bloques importantes como el Mercosur y reducir así impacto de los chicos bolivarianos. Se trata de que por la vía económica neutralizar las fuerzas políticas con tendencias socialistas.
Recordemos que el bloque económico nació con Cardoso y defendía un libre mercado a todas y sin frenos en América Latina. Ahora vuelve a su raíz, pero con actores distintos. Con la ola de gobiernos progresistas la economía había pasado a segundo plano para convertirlo en un espacio político y centrado en políticas sociales. Su foco no era el espíritu de universalizar la concepción del libre mercado en su máxima expresión.
Con salida de Venezuela ahora Temer y Macri pueden hacer sus tratados comerciales con países que antes no tenían visto bueno por ex presidentes progresistas. Todo es parte de una estrategia política y económica por doblegar al contrario ideológico.
Macri sin decirlo abiertamente busca ser el paladín de la democracia y utilizar su acción contra Maduro para coronarse como el nuevo líder de la región. Pero bendito, primero tiene que contar con apoyo de los suyos, porque no están tan sólido en popularidad. Mientras que Temer sigue en sus andanzas por hacer caer mal a Lula y a sus amigos.

Chávez tardo casi una década tratando de meter adentro a Venezuela en el MERCOSUR para hacer lucir al país y aumentar comercio interregional. A Maduro le basto par de años en conseguir su suspensión. Aunque es claro que si sus aliados hubieran prevalecido nada de esto hubiera sucedido.
Estamos frente a una nueva dinámica política y económica donde un valor importante es tener socios. Venezuela tiene una situación compleja, usando eso las fuerzas opositoras a la revolución bolivariana han encontrado la oportunidad dorada de arrinconarla. Por eso es que cada elección determinar la correlación de fuerzas en América Latina y el Mundo.
Es otro circo y otra actuación del tablero, quieren poner en el bamboleo a Maduro y restarle legitimidad como socio comercial.
Todo eso pasa cuando la integración ha ido perdiendo interés según van llegando los nuevos gobiernos. Para prueba de ellos la CELAC ya no se anuncia con tanta algarabía y alegría.
El no llegar acuerdos y asimilar la diversidad ideológica de la región siempre serán el óbice que siga parando la aspiración de una concertación regional.
Ayer había amigos, hoy Venezuela enfrenta un nuevo escenario que le toca vivir sola y sin ningún socio que le ayude a evitar su botada del MERCOSUR. Claro que es un golpe duro a su actividad comercial, pero más duro es el golpe que ignora los datos y hechos que ya se venían venir.

Macri y las peleas que se avecinan


Con vino, barajas y con mucha algarabía Macri prepara sus cosas para instalarse en la Casa Rosada. La una vez llamada primavera rosa esta despintándose tras perder uno  de sus bastiones. El nuevo dignatario pareciera haber tenido su discurso triunfante preparado desde la preparatoria. Empezando con su compromiso de liderar a Argentina a nuevo modelo económico Macri se fue de remate y la cogió contra el MERCOSUR y el Gobierno venezolano. Un gobierno incompatible con las tendencias liberales del nuevo vecino que no teme hablar de diferencias, aunque al final estas puedan encadenar más que un rifirrafe en la región.

Cuando el balotaje argentino significo una victoria de la derecha, hay que entender que más que eso es la pelea necesaria del debate ideológico latinoamericano. Los muñequitos le cambiaron la vida a la izquierda. Venezuela se enfrenta a unas elecciones parlamentarias, que implican si Maduro tendría o no la mayoría en el Parlamento. De ser un resultado adverso, estaríamos frente a una derrota significativa para un gobierno que no cuenta con las credenciales que acaricia Macri.

Ni te hablo de las autoridades inglesas de las Malvinas, que ya ponen al sucesor de Cristina como un negociador “deluxe”

Mientras tanto varios opositores venezolanos han apoyado al nuevo chico argentino debido a su férrea posición de expulsar a Venezuela del MERCOSUR. Aunque ya Uruguay y Ecuador han descartado tal posibilidad, es sin duda un aperitivo de las recetas de Macri para dejar claro que Argentina va a bailar a la par con México, Perú y Colombia.

Lo que se vislumbra por el momento es que la integración podría estar debilitándose ,si las diferencias reinan ante un panorama político que pinta más un ejemplo clásico de pura fricción que a uno de fusión. Que malo que habrá que esperar meses para ver las caritas, los enfados y las rabieta  durante la cumbre de la CELAC, en Ecuador.

Con una Dilma en dificultades por un posible juicio político, hoy la izquierda está a prueba de demostrar si la ola progresista colapsó o es que solo pasa por una indigestión .Lo cierto es que a 10 años del ALCA, la pelea ideológica vuelve a coger candela. Hoy no sé quién va a enterrar a quien, pero advierto que habrá puños, machetazo, contra lonas y dormilonas por tal de agarrar esa pala que definirá la supremacía entre derecha e izquierda.

La realidad es que América Latina tiene el problema de no enfrentarse a sus propias interrogantes con sinceridad y seriedad. No le es práctico dejar que una fisura ideológica arruine la oportunidad histórica de emplear sus recursos para poner su bandera en el mundo. Ya es hora de adentrarse en el mundo y entender que para liderarlo se necesitan más que mollero o maquillaje, es voluntad y la valentía de pararse y enfrentarse de tú a tú sin perder la dignidad con la que una vez los libertadores mostraron  frente a Europa. La victoria de Macri afronta un dilema para muchos, pero es el rifirrafe ideológico que necesita la región para madurar y afrontar sus retos como colectivos y empezar a caminar con la frente en alto.