Toledo y el lío que le espera en Perú

Alejandro Toledo fue presidente peruano del 2001 al 2006

 

Al parecer que los chanchullos, el relajito y la juerga con fondos públicos de las garras de Odebrecht siguen saliendo como abejas en un panal.  Muy pronto con confundiremos su nombre como la empresa del tumbe y en el diccionario la tendremos como un buen ejemplo de corrupción.  De hecho hay quienes están convenciendo a la Real Academia Española de incluir a Odebrecht como la asociación entre políticos y privados para desfalcar el fisco. No los culpo los escándalos son tantos que ya nada sorprende y mas con el último acontecimiento.

Como todo un muchacho bastante influyente Don Alejandro Toledo también guisaba con los chicos de Odebrecth. Ay pobrecito y eso que todos lo respetaban por su tecnocracia y su trasfondo académico. Si bien pudo quedarse como el sucesor democrático al régimen de Fujimori, Toledo puso las manos donde no debía y ahora no solo tiene citas con la Justicia sino que ya le tienen una orden de captura. Amigos dicen que está en Francia, mientras que autoridades peruanas lo ponen en California, debido a que es profesor visitante en Stanford. Si no me creen miren su Twitter que en su cuenta oficial evidencia con papel y todo su compromiso académico con la famosa universidad. Con suerte lo ponen en Facultad a distancia, si es que no sale tan mal de su caso con la corte.

Bendito que tenga cuidado que ahora los de la Migra pueden desconocer su linaje de influencias, y esos no relajan mucho en era de Trump.  Ya veo al presidente diciendo que sus patrulleros fronterizos tuvieron mejor éxito buscando al prófugo que anda buscando la Interpol.

Quizás debe estar buscando una embajada amiga donde esconderse y librarse de la prisión que le espera en su país.

De vestir la banda presidencial ahora es sentenciado a unos 18 meses de prisión preventiva por guillarse de “influencer” durante su mandato. Nada más que 20 millones de dólares fue el soborno que le dio Jorge Barata de Odebrecht al gobierno que presidia Toledo  para tener preferencia en la licitación de la carretera interoceánica que sirve de puente entre Brasil y el Perú.

En términos carcelarios Don Alejandro puede estar un máximo de 15  añitos en prisión si el Juez lo declara culpable del lavado de dinero que se le acusa.

A parte de eso el otrora profesor visitante también había sido investigado por lavado de dinero a través de Ecoteva, una empresa  radicada en Costa Rica y liderada por nada menos que su suegra. El fiscal Hamilton Castro ha planteado que esta organización pudo haber estado vinculado con lo de Odebrecht.

Por más que hay testimonios y cierta evidencia en su contra el ex presidente ha dicho que es inocente. Lo triste es que su fuga solo muestra su falta de valor de afrontar la justicia y defenderse como cualquier peruano. Los verdaderos hombres de estado dan la cara y no se van en volandas. Si es inocente que mejor que ir con su abogado y meter mano para probarlo. Un presidente que pudo haber pasado a la historia como mandatario que le dio cierta estabilidad al Perú después del fujimorismo hoy se ve casi desvanecida la poca imagen positiva que podría tener.

Puedes andar, trotar, correr y hasta volar como Carmen San Diego, pero al final quien pierde es usted señor Toledo. El sombrero de profesor le queda grande y el de dignatario ni decir. Aún tiene tiempo de dar cara y mostrarse ante la justicia peruana. Al menos debería tener la dignidad de enfrentarse a un pueblo, ir sin rodeos y hablar con la verdad.

Muchas veces ha ido a barrios a pedir voto de campesinos humildes y muchos le apoyaron porque confiaron en su mensaje. Hoy millones de peruanos exigen al menos que muestre su compromiso con el País que una vez le dio la confianza de administrar sus finanzas.

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Bernie pone nerviosa a Hillary

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              Una ansiedad muy evidente está rodeando a la campana de Hillary Clinton, que no encuentra como detener el ascenso del muchachón socialista  que ya dejo de ser un candidato a ser un contendiente.  Los nervios están tan de punta que hasta han sacado anuncios para desprestigiar a Bernie Sanders y su posición  a favor de un sistema de salud con pagador único. Y no nos olvidemos de que ya Bill entro para ayudar su esposa para desbancarlo. No es sorpresa que haya tanta ansiedad para los Clinton, cuando en la última encuesta en el estado de Iowa, Don Bernie solo está a dos puntos de empatar la carrera. Y ni hablar de New Hampshire, donde ya se perfila una victoria para el muchachón.

              Cualquiera diría que esa primavera rosa de América Latina llego con atrasos a Estados Unidos. La izquierda que está en dificultades y en estado de autorreflexión en el Sur, ve que en el norte hay una posibilidad ya no tan remota, de que uno de los suyos llegue a la Casa Blanca.

                Si revisamos la historia, nos daremos cuenta que Hillary podría estar pasando por otro 2008, año en el que un joven senador de nombre Barack Obama, vino de atrás para vencerla en las primarias. No digo que pasara lo mismo, pero no hay dudas que Sanders ha roto con los esquemas y hasta los medios están tomándolo en serio, a pesar de que en muchos círculos hay temor a que no pueda vencer al nominado republicano.

                    La subestimación es un mal que agota la energía de una Hillary Clinton que refleja ya una erosión en la mente de muchos votantes. Los cuales creen que ya el País está cansado de su impresionante exposición en las esferas del poder. Corriendo con la misma suerte tenemos a Jeb Bush, otro chico en problemas con el fenómeno político Donald Trump. El pueblo estadounidense ya luce agotado de otra dinastía, porque en esencia entienden que esto aporta al status quo. Por tal razón, vemos que el ascenso de Trump en el lado republicano y Sanders en el demócrata representan el desespero por un cambio real y visible de las formas en que se hacen las cosas en el gobierno.

               No hay dudas que Clinton tiene el favor de los artistas de Hollywood y de muchos donantes con  bastantes billetes verdes, pero Bernie tiene algo que pocos políticos no tienen y eso es la originalidad, consistencia y autenticidad. Tres elementos que han sido fundamentales en su carrera política que comenzó como concejal. No es el típico político que cambia de posición para ganar votos, al contrario es aquel que se apega a sus principios por encima de sonar cool con el público.

                Pero más allá de eso, hay que ver los mítines de ambos candidatos para ver que los seguidores del socialista llenan estadios, lo que hacen parecer a los de Clinton una reunión de amigos.

               Cuando la palabra socialista puede sonar mal para algunos, en el Norte empiezan a verla como una opción para cambiar su situación política y económica. Todo puede pasar en política, nadie le daba ningún chance a que un señor con tales tendencias podría pisarle los talones a la que ya daban como la nominada de los demócratas. A menos de tres semanas para que comiencen  las primarias, la angustia y la ansiedad marcan los pasos de Hillary que ya no encuentra que hacer para frenar a un muchachón que ha encontrado la fuente de la juventud en su manera de llevar el mensaje.