Prejuicios a los de abajo

Mientras los medios  le juegan la maquina al empedernido amante de los millones, la ignorancia ha hecho estragos por encima de la reverencia a los temas que se deben debatir con seriedd. No  ha pasado mucho  desde aquel trágico evento donde un joven entró a una Iglesia para depositar las balas intolerantes en los cartuchos de la tragedia. El tiempo de hablar sobre las repercusiones de ese momento ha ido decayendo hasta al punto de la no visualización mediática en torno al debate social y político que debe emprenderse para atacar sistemáticamente las aptitudes nefastas que encarnan los prejuicios raciales en Estados Unidos.
El punto central de la problemática es que carece de una mirada política por parte de las autoridades gubernamentales.  Más allá de las condolencias hay que reconocer que detrás de lo eclesiástico de la diplomacia doméstica debe estar lo concreto ,lo razonable y sobretodo el genuino interés por ayudar a las minorías a ser respetadas como se les garantiza en la Constitución.
Hay una manía inexorable de los pretendientes a la Casa Blanca que está más pega que cualquier éxito de música tropical. Todos saben que el uso del respeto al estado de derecho fue uno de los main topics que muchos republicanos decidieron abrazar. Lamentablemente son más los que acarician la carta magna para defender las enmiendas convenientes y obviar el lugar que poeticamente señalaron los redactores  sobre la igualdad de los ciudadanos ante la justicia. Mientras que los medios siguen atrapados en el virus informático ,veremos que los verdaderos issues  serán sesgados como algo incoloro que no merece cobertura.  A donde va a parar la sanidad mediática cuando el control de la ira de un candidato vale más en tiempo televisivo que la alegría cortada de un niño que clama por algo más que comida;tener derecho a la dignidad.

Un asunto que no tocan ni con una vara larga porque prefieren jugar al escondite con aquellos que les he difícil congeniar políticamente.  Por eso es que más allá del prejuicio racial hay que enarbolar el asunto político de la justicia racial que no es otra cosa que evadir la desigualdad en el tratamiento gubernamental sobre los ciudadanos.
Es obvio que la política es el determinante de la ansiada reforma al sistema carcelario y judicial de la nación norteamericana, pero sabemos que no hay tanta  pasión entre los dos partidos  para estudiarla en contraste con los habituales temas que entretienen las mesas de opinión de la televisión comercial.  Aunque no es la panacea del asunto,es un pequeño paso para entender que el prejuicio que percibimos en las calles   jamás se acabará mientras que el aparato institucional no vea con los mismos ojos  justos aq  a aquellos que miran abajo . Los mismos que cuaando van a la ciudad saben que el darwinismo es tal como se lo describieron en el salón de clases.

Ardiente y dulce la carrera por la presidencia

>JEB B

Adelante las apuestas, que la contienda por la Casa Blanca está comenzando a estallar. Al parecer los demócratas no tienen el problema de “surplus” que tienen los del GOP, todo luce como que Hillary va correr sola, claro al menos que Mr. Biden se atreva a retarla. Tal vez Clinton sea la apuesta segura, pero aún hay tiempo para esperar lo que decide la senadora Elizabeth Warren sobre aquellos que piden por su postulación. Warren, que cuenta con apenas 2 años en el Congreso, se encuentra solitaria en el ala izquierdista de su partido, sentada al lado de Bernie Sanders. Por lo que en una eventual primaria los ambiciosos tiburones de la donación estarían abrazando a Mrs. Clinton. Ya tú sabes que para guisar en la política se necesita tener buenos amigos que suelten a montón el billete. Sería una sorpresa que otro personaje se apoderara de la nominación.
Donde ya se encendieron los motores fue en el GOP con el “crowded field” que tienen en sus costillas. Lo poco que tienen los liberales los de la derecha lo tienen por montones, de hecho si vamos a hacer una lista de potenciales aspirantes pudiera ser que el número se excedería de 30. Aquí no hay un favorito, aunque dicen que es Jeb Bush el nene lindo para cargar la antorcha de la familia. Los muchachos que más suenan para tener peso en las primarias son: Bush Jr., Scott Walker, Rand Paul, Rubio, Huckabee, Carson, Christie y Paul Ryan. Walker sería demasiado conservador para atraer votantes demócratas y muchísimo menos a las minorías. El caso de Rubio es interesante porque viene de la minoría hispana, pero es con los que más se distancia en asuntos que les afecta. Dado que Christie no tiene buena imagen por el tan recordable cruce del puente, creo que la batalla fuerte va a estar entre Rand Paul, Jeb Bush, Ben Carson y Paul Ryan. Los muchachos del billete ya tienen los cheques para aportar a la carrera por retomar el negocio familiar de los Bush, en parte a la decisión de Romney de apartarse de la contienda. Si las cosas van como espero será una dura batalla entre el libertarismo de Rand Paul y el neoliberalismo ya clásico de Jeb Bush. Por si acaso pongo a Ted Cruz como el “dark horse” por la nominación.
Lo que tienen que preguntarse los republicanos es si quieren quedarse con el establishment o si en verdad apuestan por renovarse como partido y ofrecerle a la nación estadounidense una contienda presidencial donde más allá de lo trivial se ponga en juego un debate serio sobre la política nacional. Los procesos electorales en que se dan las primarias son tan ambiguos que todo puede pasar, así que apunten sus favoritos para la estampida republicana que se acerca, mientras que Hillary aguarda tranquilamente.