Macri y las peleas que se avecinan


Con vino, barajas y con mucha algarabía Macri prepara sus cosas para instalarse en la Casa Rosada. La una vez llamada primavera rosa esta despintándose tras perder uno  de sus bastiones. El nuevo dignatario pareciera haber tenido su discurso triunfante preparado desde la preparatoria. Empezando con su compromiso de liderar a Argentina a nuevo modelo económico Macri se fue de remate y la cogió contra el MERCOSUR y el Gobierno venezolano. Un gobierno incompatible con las tendencias liberales del nuevo vecino que no teme hablar de diferencias, aunque al final estas puedan encadenar más que un rifirrafe en la región.

Cuando el balotaje argentino significo una victoria de la derecha, hay que entender que más que eso es la pelea necesaria del debate ideológico latinoamericano. Los muñequitos le cambiaron la vida a la izquierda. Venezuela se enfrenta a unas elecciones parlamentarias, que implican si Maduro tendría o no la mayoría en el Parlamento. De ser un resultado adverso, estaríamos frente a una derrota significativa para un gobierno que no cuenta con las credenciales que acaricia Macri.

Ni te hablo de las autoridades inglesas de las Malvinas, que ya ponen al sucesor de Cristina como un negociador “deluxe”

Mientras tanto varios opositores venezolanos han apoyado al nuevo chico argentino debido a su férrea posición de expulsar a Venezuela del MERCOSUR. Aunque ya Uruguay y Ecuador han descartado tal posibilidad, es sin duda un aperitivo de las recetas de Macri para dejar claro que Argentina va a bailar a la par con México, Perú y Colombia.

Lo que se vislumbra por el momento es que la integración podría estar debilitándose ,si las diferencias reinan ante un panorama político que pinta más un ejemplo clásico de pura fricción que a uno de fusión. Que malo que habrá que esperar meses para ver las caritas, los enfados y las rabieta  durante la cumbre de la CELAC, en Ecuador.

Con una Dilma en dificultades por un posible juicio político, hoy la izquierda está a prueba de demostrar si la ola progresista colapsó o es que solo pasa por una indigestión .Lo cierto es que a 10 años del ALCA, la pelea ideológica vuelve a coger candela. Hoy no sé quién va a enterrar a quien, pero advierto que habrá puños, machetazo, contra lonas y dormilonas por tal de agarrar esa pala que definirá la supremacía entre derecha e izquierda.

La realidad es que América Latina tiene el problema de no enfrentarse a sus propias interrogantes con sinceridad y seriedad. No le es práctico dejar que una fisura ideológica arruine la oportunidad histórica de emplear sus recursos para poner su bandera en el mundo. Ya es hora de adentrarse en el mundo y entender que para liderarlo se necesitan más que mollero o maquillaje, es voluntad y la valentía de pararse y enfrentarse de tú a tú sin perder la dignidad con la que una vez los libertadores mostraron  frente a Europa. La victoria de Macri afronta un dilema para muchos, pero es el rifirrafe ideológico que necesita la región para madurar y afrontar sus retos como colectivos y empezar a caminar con la frente en alto.

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Macri y su contentura con el ballotage

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Sorpresa, Sorpresa Macri obtuvo su atesorado deseo: Un ballotage en bandeja asegurada Todo es alegría para el partido CAMBIEMOS que ya se canta triunfante y asegura que pondrán fin a la tradición de presidentes fieles al peronismo.  Luego de que el oficialista Daniel Scioli no lograra acariciar el por ciento mínimo para evitar la segunda vuelta. Pobre Daniel, tal vez si estuviera en México estuviera ya celebrando su victoria con un buen vino y al ritmo de un tango de Carlos Gardel. Pero en Argentina hay la figura de la segunda vuelta electoral, algo que le da más inyección democrática al proceso electoral. En este juego de dos se queda Massa, un peronista disidente, como el hombre fuera, al no poder convencer a las masas de confiar en su receta electoral. Aunque al menos lo coloca en una posición donde los dos muchachos que van por el todo le llamaran para a ver si puede darle un espaldarazo para el segundo round. Aunque por lo que se ve será Macri el que pueda contar con Massa, pero otra cosa será si sus seguidores querrán que una fuerza contraria al peronismo se apodere de la Casa Rosada. Llega una hora de más alianzas para Argentina, quien entra en lo que es la primera segunda vuelta presidencial en su reciente historia democrática. Tal vez sea algo muy incómodo para el ganador ir otra vez a las urnas, pero al menos demuestra un sentido de mayor democracia para la nación, cuando se busca que más de la mitad del electorado decida quién debe ser el que tome las riendas del país cuando Cristina Fernández termine su mandato.

América Latina sabe que lo que paso en Argentina tiene una gran relevancia, por un lado  el resultado del 22 de noviembre determinaran si la derecha suma un gobierno o si el bloque de izquierda se mantiene en igual balance, como también la importancia de ver si la estabilidad política es un problema cuando vemos un resultado ajustado, tal lo ocurrido en el Brasil. Estamos presenciando elecciones que realmente trascienden de lo nacional  para convertirse en un asunto con repercusiones obvias en el plano regional y mundial. La apuesta de Macri recae en hacer del Estado un facilitador del libre comercio con tintes liberales , algo que no concuerda mucho que digamos con el oficialismo.

Esta puesta la escena entre el debate ideológico que ha definido el acervo político de América Latina es otra pelea entre defensores y críticos del neoliberalismo. Ya el pueblo hizo su asignación de votar, ahora es el momento de que los muchachones entiendan que la brecha de los dos puntos que los diferencian no es pura casualidad y menos una bola de humo que ignorar. Para muchos Scioli no convenció, otros van por darle el crédito a Macri, pero yo me voy con la victoria del pueblo que está listo para ver el debate ardiente entre las dos fuerzas mayoritarias que dividen y forjan el tablero latinoamericano.