Divididos antes de Cumbre CELAC

Por más que tapen la verdad con sonrisas forzadas y fotos adornadas  hoy América Latina se enfrenta a un escenario complejo y dividido, a  solo días que comience la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Si quieren hablar de segmentación sería bueno contar cada una de las organizaciones que tienen como misión construir lazos entre los países de la América Meridional. Desde el Alba hasta la UNASUR, tenemos pequeños y grandes bloques que tienen distintas visiones de lo que ha de ser esa unidad regional que por mucho tiempo se ha planteado.

Casos como el de Brasil y la indiferencia de muchos hacia la figura de Temer, o la rivalidad creciente entre Macri  y Maduro pueden ser parte del rifirrafe verbal que se refleje en la plenaria.

Fíjense que ya el MERCOSUR y el veto contra Venezuela es solo un extracto de esa ilusoria unión que van muchos a fingir en la foto de grupo de la cumbre CELAC.

Si bien es cierto que es saludable debatir sobre los problemas y serias faltas que muchos países enfrentan, también es primordial centrarse en hablar claro y proponer una ruta de trabajo real para acelerar los procesos de cooperación entre los miembros.

Esa Gran Colombia y ese sentir de Patria Grande que Bolívar y San Martin tanto anhelaban en su época libertaria se ha ido desvaneciendo con la adoración a los intereses ideológicos por encima del bien regional. Porque ahora todo es estar en un club de amiguitos, sean de la logia neoliberal o la carpa roja socialista. Aunque cuando se habla de negocios no hay etiqueta que detenga el generar billetes para sus cuentas.

Y cuando el debate político se reduce a oponerse por oponerse y a estar de acuerdo por estar de acuerdo estamos desperdiciando el rol del discurso y la interacción de ideas.

Este 25 de enero no puede ser testigo de otro baile de discursos y retoricas vacías. Si de verdad se quiere hablar en serio, hay que dejar la superficialidad y apostar por definir acciones concretas para que se visualice esa supuesta integración que tanto proponen.

Hablar de democracia y libertad ,pero también de crecimientos sostenido y asumir responsabilidad sobre la gran desigualdad que viven los países del Sur, que no se reduce a partir del aburrido palabreo entre burócratas .Sino con medidas que hagan emprender y superarse a los millones de latinoamericanos que merecen tener una oportunidad de cubrir sus necesidades con trabajo digno.

La mesa está servida y Republica Dominicana será la sede donde reinará el inmovilismo disfrazado o la carrera hacia una verdadera ruta de cooperación sin mañas politiqueras.

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Santos y las ansias de paz

Presidente Santos
Presidente Santos

Cuando el bienestar del colectivo se pone por delante, la política real se revela. Muchos pensaban que el presidente Santos iba a tener una política exterior igual de intensa que el ex presidente Uribe, en especial hacia Venezuela y el tema de la guerrilla. Pero, todo fue lo contrario el presidente Santos abandono el uribismo y marco su ruta propia de gobierno. A pesar de ser adepto al liberalismo económico, Santos no tuvo reparos en aceptar las diferencias existentes entre su gobierno y el resto de la región suramericana. Su decisión de reestablecer relaciones con Venezuela fueron clave para así comenzar el proceso de diálogos de paz en la Habana. El entonces presidente Hugo Chávez decidió que su país fuera una parte garante del proceso junto a Chile y Noruega. Este 2015 se cumplirán 3 años del inicio de diálogos con las FARC y se espera que finalmente la guerrilla cambie las balas por voto. Los avances del proceso se dan por dos factores la tolerancia y voluntad del Gobierno de lograr acuerdo y por otro lado a la Güerilla que sabe que las circunstancias actuales del clímax político son más favorables para la participación de cualquier grupo ideológico en la política. Recientemente una ex guerrillera juramento para seguir con su segundo mandato al frente de Brasil y ni hablar del campeón de las elecciones que de no ser por su muerte estuviera buscando los 20 años. Claro, mucho menos se podía quedar atrás el sabio Pepe, que su pasado guerrillero le ayudo a saber lo que es la política y la vida misma.
Ay Colombia tierra querida tu pueblo necesita la paz, pero un poco de paz social también caería bien. He aquí donde entra el problema no solo con Colombia sino con toda la región y es que la desigualdad aun es un problema latente en los pueblos. Pero las noticias son positivas cuando vemos que en países como Chile se debate sobre el derecho a la educación y su implementación de forma gratuita o como también las grandes inversiones sociales que viene haciendo Evo en Bolivia. Hay un largo camino hacia llegar a la igualdad, pero en el trayecto no están tan mal las cosas para como estaban en aquella época pasada donde la inversión social no llovía como lo hace hoy. Paz, Paz y más Paz para Colombia que está ansiosa de que sus campos dejen de mancharse por un conflicto armado que hoy día resulta innecesario.
Les invito a que comenten y por supuesto si tienen criticas también