Pactos en modo de desespero

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Se alzaron al día de las elecciones como triunfadores todos, prácticamente una costumbre longeva del arte político. España vio el pasado domingo como su mapa electoral se fue volviendo un arco de colores diversos. Por un  lado en la Capital sorprendió la ex jueza Manuela Carmena al llegar en un significativo segundo lugar, detrás de Esperanza Aguirre, figura central del Partido Popular en las elecciones. No pasaron ni dos días, y ya la líder conservadora arremetió contra AHORA Madrid, diciendo que su eventual entrada a la alcaldía de Madrid, sería una plataforma donde la democracia se degradaría. Un ataque que demuestra el desespero existente por el avance del movimiento izquierdista. Aunque a  nivel nacional el bipartidismo se llevó  la mayor suma de los votos, es necesario indicar que el oficialismo perdió 2 millones de electores, algo catastrófico en cualquier liga. Demuestra que los nuevos muchachos de Ciudadanos y PODEMOS están surgiendo efecto en sus respectivos llamados a renovar la política española. PODEMOS jugó a las alianzas y vio algo de victoria en Barcelona, donde Colau venció al candidato del afanado independentista Artur Mas. Mientras que Ciudadanos tuvo varias ciudades con buenos resultados que lo hacen una pieza clave para gobernar, si es que se atreve con el PP. La llave de los pactos es sin duda donde el PSOE lo tiene menos difícil que el PP, primero porque los nuevos partidos han tendido a poner condiciones bastantes amargas para ciertas figuras del bipartidismo, pero también porque sería una mala maniobra estrategia irse de aliados con el partido que se quiere vencer en las elecciones generales. A partir de esto, se mueve el escenario político español. El frente de AHORA Madrid, parece estar viendo a Carmena en el ayuntamiento de Madrid. Un escenario que solo el PSOE puede hacer realidad, pero la pregunta será a cambio de que ayudita o pacto para lograr el cometido. El PP fue la primera fuerza en muchos ayuntamientos y comunidades, pero en el actual sistema político el verdadero ganador es aquel que se entrega al arte de pactar. El pacto político puede interpretarse de diversas maneras, pero es un atributo electoral que logra fomentar la representatividad del pueblo en el Gobierno. La democracia es el arte de convivir ante las diferencias que nos separen, pero es también intentar sumar los elementos que nos unen porque en la medida de que se planteen las semejanzas, el que gana es el pueblo por encima de los intereses personales. Eso es un asunto que veremos con el transcurso del panorama en que se encuentra hoy España. El bipartidismo está herido y sabe que si continua en cama, su vida estará en peligro. Solo faltan meses para ver si el paciente consigue una medicina para calmar sus dolencias o si en efecto su deterioro lo lleva al punto de una coma.