Bernie pone nerviosa a Hillary

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              Una ansiedad muy evidente está rodeando a la campana de Hillary Clinton, que no encuentra como detener el ascenso del muchachón socialista  que ya dejo de ser un candidato a ser un contendiente.  Los nervios están tan de punta que hasta han sacado anuncios para desprestigiar a Bernie Sanders y su posición  a favor de un sistema de salud con pagador único. Y no nos olvidemos de que ya Bill entro para ayudar su esposa para desbancarlo. No es sorpresa que haya tanta ansiedad para los Clinton, cuando en la última encuesta en el estado de Iowa, Don Bernie solo está a dos puntos de empatar la carrera. Y ni hablar de New Hampshire, donde ya se perfila una victoria para el muchachón.

              Cualquiera diría que esa primavera rosa de América Latina llego con atrasos a Estados Unidos. La izquierda que está en dificultades y en estado de autorreflexión en el Sur, ve que en el norte hay una posibilidad ya no tan remota, de que uno de los suyos llegue a la Casa Blanca.

                Si revisamos la historia, nos daremos cuenta que Hillary podría estar pasando por otro 2008, año en el que un joven senador de nombre Barack Obama, vino de atrás para vencerla en las primarias. No digo que pasara lo mismo, pero no hay dudas que Sanders ha roto con los esquemas y hasta los medios están tomándolo en serio, a pesar de que en muchos círculos hay temor a que no pueda vencer al nominado republicano.

                    La subestimación es un mal que agota la energía de una Hillary Clinton que refleja ya una erosión en la mente de muchos votantes. Los cuales creen que ya el País está cansado de su impresionante exposición en las esferas del poder. Corriendo con la misma suerte tenemos a Jeb Bush, otro chico en problemas con el fenómeno político Donald Trump. El pueblo estadounidense ya luce agotado de otra dinastía, porque en esencia entienden que esto aporta al status quo. Por tal razón, vemos que el ascenso de Trump en el lado republicano y Sanders en el demócrata representan el desespero por un cambio real y visible de las formas en que se hacen las cosas en el gobierno.

               No hay dudas que Clinton tiene el favor de los artistas de Hollywood y de muchos donantes con  bastantes billetes verdes, pero Bernie tiene algo que pocos políticos no tienen y eso es la originalidad, consistencia y autenticidad. Tres elementos que han sido fundamentales en su carrera política que comenzó como concejal. No es el típico político que cambia de posición para ganar votos, al contrario es aquel que se apega a sus principios por encima de sonar cool con el público.

                Pero más allá de eso, hay que ver los mítines de ambos candidatos para ver que los seguidores del socialista llenan estadios, lo que hacen parecer a los de Clinton una reunión de amigos.

               Cuando la palabra socialista puede sonar mal para algunos, en el Norte empiezan a verla como una opción para cambiar su situación política y económica. Todo puede pasar en política, nadie le daba ningún chance a que un señor con tales tendencias podría pisarle los talones a la que ya daban como la nominada de los demócratas. A menos de tres semanas para que comiencen  las primarias, la angustia y la ansiedad marcan los pasos de Hillary que ya no encuentra que hacer para frenar a un muchachón que ha encontrado la fuente de la juventud en su manera de llevar el mensaje.

Llegó la hora del Bernie vs. Hillary

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Parecía que no había a ver debate, pero ya solo faltan horas para ver el enfrentamiento ideológico del martes  entre Hillary Clinton y Bernie Sanders. Después de ver los dos debates del lado republicano será interesante cómo se comportan los cincos demócratas que buscan la nominación presidencial por su partido. Aunque para efectos de posibilidades hay dos candidatos principales que tendrán más la atención. Muchos pensaban que las primarias iban a ser una victoria en bandeja de plata para la ex primera dama, pero nadie conto que un senador  autodenominado socialista en el país de McCarthy tendría tanta fuerza para poder competir de tú a tú con el establishment de Washington. Bernie Sanders no solo ha impresionado, sino que en todos sus mítines llena estadios y centros como si fuera toda una estrella de rock, ya saben a lo RockStar. Tal vez ningún político había generado tanta pasión en sus seguidores desde que el republicano Ron Paul lo haría en las últimas dos campañas presidenciales. Dos candidatos que defienden dos modelos distintos, pero que tienen principios que defienden hasta lo último, ya saben igualito a los muchachos que están en el poder. Realmente lo que defienden puede o no agradar a muchos, pero es indudablemente que ambos han cambiado la manera de muchos jóvenes de observar la política estadounidense. Bernie al igual que Paul, no cuenta con una gran maquinaria de donantes millonarios como puede jactarse Bush o Clinton. En parte la mayoría de los donativos que recibe la campana de Sanders provienen de pequeñas cantidades, algo que lo coloca de por si en una categoría diferente respecto a sus contrincantes.

El martes no solo será un enfrentamiento de tiraera y relajo de discursitos, al contrario será la oportunidad donde el establishment representado por Clinton competirá ante la contracorriente del pensamiento ideológico, que es Sanders. Las diferencias son enormes, en política social es obvio que el senador produce un discurso social más fuerte donde promete reducir la brecha entre ricos y pobres como también impulsar la gratuidad de los colegios universitarios en la nación estadounidense.

Donde sí Hillary podría hacer sudarlo es en el Control de Armas, un elemento donde Sanders no es tan abierto como ella, al ser representante de un estado que defiende a capa y espada la segunda enmienda del derecho a portar armas. Aunque a pesar de ello, el muchachón ha insistido que apoya ciertos chequeos del historial de los consumidores de este tipo de productos.

Realmente las diferencias serán notables en el área económica y en política exterior, en esta última  Hillary se despega de la política de evitar el intervencionismo de Sanders. Es la pelea que Don Bernie ha estado esperando desde sus inicios. Más allá de eso es el tic tac que se mueve en la cabeza de los líderes demócratas, que no saben cómo el pueblo actuara ante el claro contraste ideológico, que es algo más que temático. He aquí donde reina la real política, ideas en la mesa contra el marketing de las apariencias que pueden de vez en cuando rebajar las administraciones públicas. Claro que Clinton ha  construido su camino a Casa Blanca, pero aún tendrá la fuerza para mostrar que es la ideal para el puesto, o es que en su peculiar estilo Don Bernie podrá vencer a la maquinaria y hacer lo que McCarthy tildaría alocado , algo posible en Washington.

Tal vez no habrá tanta tiraera al estilo de Mr. Trump, pero será interesante como Hillary logra presentarse ante el público después de que varias encuestas señalan que la gente no tiene mucha confianza en ella, después del caso que investiga el Congreso del asalto a la embajada en Benghazi. Elemento que los republicanos han empleado para dañar la reputación de la que fuera Secretaria de Estado.

Y eso que no te digo, que hay encuestas seria donde Don Bernie está venciéndola en el estado de New Hampshire, clave para darle momentum al eventual nominado por el partido.

No todo es fácil para los altos oficiales demócratas, pensaron que iba a ser fácil la elección, pero no contaron que  Don Bernie  a su edad, tendría la gasolina necesaria para trotar junto a Hillary en el camino a la nominación presidencial.

¿Creen que habrá poderes concentrados desesperados por la actuación de Sanders en debate? ¿O solo creen que Hillary brillara ante la televisión estadounidense?

Oigan se está poniendo interesante esto gente, agarren su popcorn y llamen a sus amigos por que el espectáculo está  a solo horas de comenzar.